Giro hacia deuda de EE.UU. a corto plazo apenas está comenzando

Los inversionistas se preparan para que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, se incline más hacia los vencimientos cortos en la mezcla de financiamiento del gobierno, con el fin de contener los rendimientos a largo plazo en medio de una creciente carga de deuda.

Los operadores de Wall Street esperan que Bessent indique, este miércoles, cuando su departamento publique el informe trimestral sobre ventas de deuda, que la emisión en el mercado de bonos del Tesoro de US$30 billones seguirá desplazándose en esa dirección.

Impacto político sobre la rueda bursátil: “El mercado está contemplando los anuncios del cambio de gabinete”

Esto no les gusta a los autoritarios

El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.

Estrategas de JPMorgan Chase & Co. y Goldman Sachs Group Inc. se cuentan entre quienes buscan señales de un posible ajuste en la combinación “óptima” de financiamiento de cara a 2026.

“No hay necesidad de que hagan cambios en los niveles de emisión por ahora”, dijo Priya Misra, administradora de cartera en JPMorgan Investment Management. “Sin embargo, en 2026 será necesario aumentar la oferta, y en ese momento las letras y los bonos a corto plazo tendrán más sentido”.

En un comunicado emitido el lunes, el Tesoro redujo su estimación de endeudamiento federal para el trimestre actual. Proyectó US$569.000 millones en préstamos netos de octubre a diciembre, por debajo de los US$590.000 millones previstos en julio.

Sigue la euforia en los mercados: el Merval marcó su máximo histórico y cae el riesgo país

Bessent ya ha incrementado las subastas de letras del Tesoro a niveles récord. Podría tener más margen para privilegiarlas después de que la Reserva Federal anunció que dejará de reducir sus tenencias de bonos del Tesoro, aunque continuará disminuyendo su cartera de valores hipotecarios y reinvertirá los ingresos en letras a partir de diciembre. Una mayor demanda por parte de la Fed, uno de los mayores tenedores de deuda del Tesoro, le daría a Bessent espacio para vender más obligaciones con vencimiento de un año o menos.

El desafío para Bessent es cómo contener los rendimientos a largo plazo —clave para definir los costos de préstamos como las tasas hipotecarias—, incluso cuando la deuda nacional sigue en aumento. Ha centrado su atención en reducir los rendimientos de los bonos a 10 años. En el mundo, la demanda por los títulos más largos se ha debilitado, lo que ha llevado a los administradores de deuda del Reino Unido y Japón a recortar sus ventas.

Rumbo estable

También prevén que las autoridades repitan el mensaje de julio de que mantendrán estables las ventas de valores nominales con interés “al menos durante los próximos varios trimestres”.

Mercados

Eso dejaría al Tesoro dependiendo más de las letras para financiar el déficit presupuestario, que, a pesar del aumento en la recaudación por aranceles, sigue acercándose a los US$2 billones anuales.

Para las subastas de refinanciamiento de la próxima semana, que incluyen vencimientos a 3, 10 y 30 años, Wall Street no anticipa cambios respecto a trimestres anteriores.

Eso dejaría las ventas en US$125.000 millones, distribuidas así:

  • US$58.000 millones en notas a 3 años el 10 de noviembre.
  • US$42.000 millones en notas a 10 años el 12 de noviembre.
  • US$25.000 millones en bonos a 30 años el 13 de noviembre.

Los operadores buscarán precisión sobre la proporción de letras que el Tesoro está dispuesto a adoptar. El Comité Asesor de Endeudamiento del Tesoro —un panel de operadores, inversionistas y otros participantes del mercado— recomendó el año pasado mantener un promedio de 20% a lo largo del tiempo. En septiembre, la proporción superaba el 21%.

Mercados globales: cómo fue la actividad en las principales bolsas del mundo

Si el Tesoro no aumenta las ventas de notas y bonos, la participación de las letras podría superar 26% hacia fines de 2027, según estimaciones de Citigroup Inc.

Las letras se están abaratando para el Tesoro gracias a la relajación monetaria de la Fed. La semana pasada, el banco central redujo su tasa de referencia a un rango de 3,75% a 4%, y los operadores anticipan más recortes en diciembre.

Scott DiMaggio, jefe de renta fija en AllianceBernstein, dijo que los ahorros por refinanciar deuda a tasas más bajas, junto con los ingresos por aranceles, podrían alcanzar US$1 billón para el gobierno. En el ejercicio fiscal cerrado el 30 de septiembre, el departamento gastó un récord de US$1,22 billones en desembolsos brutos por deuda.

Demanda de letras

Más allá de las tasas, las acciones del balance de la Fed también podrían resultar beneficiosas para el Tesoro. Usar efectivo de deuda hipotecaria vencida para comprar bonos del Tesoro podría generar unos US$15.000 millones adicionales al mes en demanda del banco central, según JPMorgan Chase.

Bonos argentinos suben tras acuerdo de estabilización alcanzado con EE.UU.

Bessent, quien lidera la evaluación para designar al próximo presidente de la Fed tras el fin del mandato de Jerome Powell en mayo, ha influido de manera decisiva en la política del balance del banco central.

Algunos inversionistas incluso han especulado sobre una posible coordinación entre el Tesoro y la Fed para reducir los rendimientos de los bonos de largo plazo.

GZ



Fuente: www.perfil.com

Artículos Relacionados

Volver al botón superior